El placer de comer fruta

Otoño en dulce

El 2020 no está siendo un año en general demasiado dulce. Si le preguntas a la gente probablemente esté más cerca del ácido o el amargo que del dulce que tanto nos gusta. Pero en El Ababol quiero que el otoño sea dulce.

Llega el tiempo de las castañas, de la manta en el sofá, de los primeros días que apetece sopa y de estar agusto abrazada a alguien esos 10 minutos antes de levantarse bajo el nórdico. El otoño es esa estación que nos recuerda que llega en breve el invierno, que hay que sacar abrigos, que los bañadores ya duermen el sueño de los justos y que todo se tiñe de naranja y marrón.

Es tiempo de Halloween para muchos pero para nosotros es tiempo de recordar a los que no están, hasta para eso sacamos el dulce en los buñuelos o los huesos de santo. Para nosotros el dulce es vida.

¿Y sabéis de qué es tiempo también?

¡De mermelada!

No podíais imaginar que os iba a decir eso, a que no! Es tiempo de mermelada de manzana verde con trompetas, una de las combinaciones más originales que tenemos, así en una tostadita con un queso de fuerte personalidad, algo que contraste y suavice a la vez. SI eres tradicional a ese queso le puedes poner nuestro tesoro de membrillo, un clásico que no defrauda.

Si hay un tesoro en otoño es el melocotón de la tierra, ese melocotón embolsado del bajo Aragón que perfuma las cocinas para estas fechas y que me permite hacer una mermelada que es estacional, ya que solo hay si hay melocotón hay mermelada. Esa es perfecta para desayunos tranquilos de fin de semana, un buen pan, un buen café y ganas de disfrutarla.

Dejamos para el final la más otoñal, la de calabaza, porque pensamos en un asado bien jugoso al que podemos añadirle un poco de mermelada al servirlo y sorprender a la familia con algo diferente.

¿Vosotros sois de los que os gusta el otoño?

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